jueves, 21 de julio de 2011

Monólogo.


Cada vez que la veo me la imagino hablando. No puedo evitar pensar que me comprende. La miro mirarme, y la amo. Sé que no puede ser, pero en verdad creo que sólo faltan las palabras en nuestra conversación. Algunas personas abusan las palabras sin pensar. Ella (sin usarlas) me mira y siento, pienso, entiendo. Nuestro amor, nuestra cercanía, la forma en que crecemos juntas me recuerda a mis momentos con Ismael. Su amistad ha sido real siempre, su afecto, nuestro camino.
¿Qué? ¿Por qué no puede ser lo mismo? O vas a decirme que mi amistad con el sordomudo no es igual que mi amistad con ella. ¿Por qué no iba  a serlo?, ¿porque no me contesta? Entonces, ¿qué hay de tí?

No hay comentarios:

Publicar un comentario