jueves, 21 de julio de 2011

Para ir allá.

Cuántas veces había paseado por ese mismo jardín. Ahora tan pequeño. ¿Qué pasaba? Todos esos años tumbada en el pasto mirando el atardecer y millones de garaballos revolotear entre su mirada y el cielo. Hoy podía mirarlo todo de un solo tirón sólo poniéndose de pie en aquella loma. Los perros que en su tiempo fueron ponis. El inmenso árbol de las flores amarillas al que subir era todo un reto. Todo era tan pequeño.
Moderna Alicia que al tomar un poco del panecillo del tiempo era ahora incapaz de entrar al mágico mundo que la vio crecer. Y tantas ganas, tantas, de comer un poco más para montar una libélula y llegar a donde están todos los que ahora faltan en la historia.

1 comentario:

  1. De casualidad me encontre con este blog al dar en siguiente, no teniendo mucho interés en hacerlo con frecuencia. Le busque en fb porque su nombre me parece conocido, es ud. tía o prima de Carlos Dominguez? Si es asi, me conoce como "Mari", y quería saludarle.
    Saludos :)

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